sábado, 30 de marzo de 2013

Comentario crítico de Sicko


Me parece, que después de ver SICKO, muchos estadounidenses van a cambiar sus “creencias religiosas” querrán dejar su paraíso e ir, vía Guantánamo, hacia el infierno donde cuidan a todos sus ciudadanos.
Cuesta creer, como esta potencia mundial, con casi 300 millones de habitantes, deja abandonados a su suerte a una sexta parte de su población. Por un lado las personas que carecen de seguro médico les da miedo acercarse a un hospital porque los precios de cualquier intervención los llevaría a la ruina; y por otro lado las personas que sí lo tienen contratado cuando lo necesitan y el tratamiento es muy largo o muy caro las compañías les ponen mil y una trabas para no tener que pagar.
Bajo mi punto de vista, cualquier ciudadano de España, Francia, Reino Unido…, que vive una realidad bien distinta, no es capaz de imaginar una vida sin una sanidad solidaria y gratuita. Me parece imposible que exista un sistema sanitario que condicione a los ciudadanos a convertirse en deudores para toda su vida. La explicación de esta singular sanidad no es sencilla, pero sí podemos partir de unas premisas para entender como se ha conseguido llegar a esta situación y se mantiene en la actualidad.
--En la sociedad estadounidense todo lo que implícitamente tenga relación con la palabra socialismo es peligroso y nocivo.
--Los partidos políticos están financiados por entidades privadas, las cuales pueden hacer aportaciones de manera individual o colectiva.
--Las grandes corporaciones están siempre “presente” indirectamente en todas las decisiones importantes que se toman en el senado.
A partir de aquí, podemos destacar que tras largos años de convencer a los ciudadanos de que lo privado es lo mejor y por tanto una sanidad pública es mala, tenemos una sociedad dirigida en una sola dirección, el modelo liberal sanitario. Una vez conseguido este primer paso, las grandes corporaciones de la sanidad y la industria farmacéutica tienen a su alcance el poder; por tanto lo ejercen a su antojo, van a ofrecer,  bueno, van a obligar a los ciudadanos  a adquirir unos seguros médicos concretos y unas determinadas medicinas. Son ellos los que ponen los precios, los que deciden si puedes contratar un seguro o no, dónde se pueden vender las medicinas. Todo un sinfín de estrategias dirigidas para que las personas gasten y gasten para ellos enriquecerse más.
Parece que en los últimos años, el desencanto de la población, frente a este sistema sanitario está brotando con más fuerza. Algunos políticos, están intentando realizar algunos pequeños pasos para conseguir que esto cambie, la primera fue Hillary Clinton, cuando su marido era presidente ella se propuso implantar un sistema basado en los esquemas ya existentes que asegurase la asistencia sanitaria a toda la población estadounidense, incluyendo a los ancianos y a los pobres; además obligaba a todas las empresas a pagar el 80% del seguro médico de cada empleado  y  el 20% restante el trabajador; pero era éste quien se encargaba de elegir su seguro. “La reforma Clinton aseguraba a todos los americanos una cobertura sanitaria extensa incluyendo: servicios hospitalarios, servicios de los profesionales de la salud, urgencias, cuidados médicos ambulatorios y servicios quirúrgicos, atención a la salud mental y abusos, planificación familiar y para mujeres embarazadas, cuidados de hospicios, ambulancia, laboratorio, radiología y diagnostico, prescripción de fármacos y pruebas, rehabilitación, cuidados dentales y oculares, clases de educación en la salud, tratamientos de investigación, vacunas infantiles y revisión periódica de bebés”. El texto hacía especial hincapié en el impulso de la medicina preventiva, la cobertura universal de fármacos y cuidados a domicilio para personas discapacitadas.
A pesar de todos los esfuerzos de los Clinton este proyecto fue rechazado en el congreso de mayoría republicana, de nuevo el peso de las grandes compañías médicas y farmacéuticas entre otras  que apoyan a los republicanos tubo sus frutos.
En la actualidad, Obama anunció su intención de modificar los cimientos de la atención sanitaria, que ya intentó en la anterior legislatura. “El país entero está siendo escenario de reuniones entre políticos y ciudadanos, representantes de todos los ángulos que habrá que poner de acuerdo: hospitales, compañías de seguros ,médicos, pacientes y congresistas  de ambos bandos. ¿Cómo será la futura cobertura? Se piensa en una solución mixta entre el sistema público europeo y el privado americano”.
Aunque me parece que no va tener una solución rápida, pues no creo que estas grandes empresas vayan a dar su brazo a torcer. Las empresas no quieren ofrecer seguros a todos sus empleados, se leen argumentos como “no queremos que el gobierno controle la sanidad”. Pero lo que más temo son los cambios que están sucediendo en nuestra sanidad,  la tendencia a privatizar hospitales y ambulatorios alegando que es lo mejor para nuestra salud, que será más eficiente, de mejor calidad, creo que están intentando engatusar a los ciudadanos y de una manera sutil implantar el sistema americano en España.

Bibliografía:

Inma Riu. Revista OFFARM. 2005. Pincha para ver el artículo

Vicenç Navarro.  El modelo liberal sanitario: EEUU. Revista digital SISTEMA. 2009. Artículo

Elglobal.net. modelo Sanitario en Estados unidos. El artículo

EDITA: Contenidos e Información de Salud S.L. Maquetación y diseño: J.Emilio García y Carlos Siegfried. Realización de contenidos y dirección del estudio: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. 
Vicenç Navarro.  El modelo sanitario liberal: EEUU. Revista digital SISTEMA. 2013.  Pincha y lo verás
Susan López. SISTEMAS DE SALUD COMPARADOS Breve recorrido histórico y el impacto de las reformas de los años 90. 2005. Artículo

Lucía Barrera Páez y Mónica Raspal Jorquera, ReES. Los intentos de reforma sanitaria en Estados Unidos, cada vez más hacia el modelo de cobertura universal. 2005. Artículo

La sanidad en EEUU a debate :Pincha

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO. Obama se la juega con la reforma sanitaria. 2009. Enlace al artículo


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